Elaborar un perfume es un proceso que implica precisión y sumo cuidado. Un elemento empleado de manera incorrecta, una técnica mal ejecutada o el mínimo exceso o falta de uno de los componentes, tiene el potencial de arruinar por completo la delicada mezcla y su olor. Incluso, en la antigüedad, la creación de perfumes era considerado un arte, ya que implicaba desarrollar un agudo sentido del olfato y ejecutar técnicas de manera eficiente y controlada, de modo que el resultado lograra ser el que se esperaba.
Hoy en día, tal vez la actividad del perfumero y la producción de estos aromas artificiales se ha visto transformada de manera considerable gracias al avance tecnológico; sin embargo, el papel que cumplen las sustancias químicas en su fabricación sigue tan presente como en el pasado, ya que actúan como uno de los complementos pilares para su creación y permanencia en el tiempo.
Los ingredientes para hacer perfumes usualmente incluyen: la sustancia aromática, también conocida como aceite esencial, propilenglicol (C3H8O2), etanol desnaturalizado (C2H6O), fijador de aroma y agua destilada. No obstante, dependiendo del tipo de perfume, el porcentaje de concentración de los componentes y principalmente de la esencia pueden variar. Por ejemplo, el perfume como tal incluye un nivel de concentración de las esencias de entre el 20 y el 25%, mientras que en otros estilos como el “eau de parfum” o el “eau de toilette”, el porcentaje de concentración es menor, con cifras entre el 10% y el 6%.
La perfumería indiscutiblemente es un arte que necesita de la química no solo para crearse cada día, sino también para sobrevivir en el transcurso de los próximos años. Los seres humanos en la actualidad somos más conscientes del daño irreparable que le estamos causando al planeta, hecho por el cual, muchas prácticas han debido transformarse para adoptar procesos más amigables con el medio ambiente. La creación y la composición de las propiedades del perfume son otras actividades que poco a poco ha ido cambiando su rumbo, apoyado en la química, para sustituir las fuentes naturales por compuestos químicos sintéticos que asemejan su olor y su efecto en la elaboración de los perfumes.
Este nuevo rumbo no le resta calidad al perfume, sino, por el contrario, permite que las moléculas sean manipuladas de tal forma que se logre potenciar su efecto o incluso, ampliar el panorama de “notas” (método de estudio y clasificación de las fragancias). Según un artículo publicado en la revista científica “Journal of Chemical Education”, hoy por hoy, se estima que de los miles de fragancias disponibles en el mercado para la creación de perfumes, únicamente el 5% son extraídas de fuentes totalmente naturales. Este hecho traduce que actualmente la mayoría de perfumes son fabricados empleando exclusivamente compuestos sintéticos y sustancias químicas.
Por si este hecho no fuera sorprendente, la química es también la mente maestra detrás de esas fragancias que no solo son irresistibles, sino que también son imposibles de encontrar en la naturaleza. Debido a que han sido compuestas y creadas desde cero en un laboratorio, el ser humano no podrá jamás percibirlas en el medio ambiente. Para muchos, este valor agregado lo ofrece únicamente la química sintética, ya que gracias a ella se le puede dar vida a nuevas notas de olor deliciosas y nunca antes vistas.
Desde Amoquímicos, como expertos en la comercializacióny venta de productos químicos, esperamos que esta información le haya permitido evidenciar el papel tan crucial que la química y sus sustancias ejecutan al momento de producir y crear perfumes. Aproveche desde su empresa e industria todas las ventajas y beneficios que tienen para ofrecer los productos químicos en Colombia, y adquiera con nosotros sustancias químicas como amoniaco líquido, hipoclorito de sodio, soda cáustica, peróxido de hidrógeno, entre otros.
Artículo tomado de Amoquímicos Colombia S.A.S.
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