lunes, 2 de agosto de 2021

Corrosión en metales: qué es, tipos y cómo evitarla


Los metales como todo, deben cuidarse bien para que no lleguen al punto de oxidación tan pronto. Por eso, en esta nota le compartimos qué es la corrosión, los tipos que existen y cómo puede evitarse para no dañar estos materiales rápido.


La corrosión en metales es un fenómeno natural que aparece por diversos factores ambientales, y aunque se puede presentar con mayor ocurrencia en entornos industriales y en zonas donde se llevan a cabo construcciones, también es común en ambientes cotidianos.


¿Qué es la corrosión?


Cuando hablamos de corrosión nos referimos al desgaste que presentan ciertos materiales a causa de una reacción química en donde las condiciones ambientales y la acción de ciertos gases generan en los materiales implicados una apariencia cobriza y deteriorada.


Los metales son los materiales que presentan este tipo de desgaste. Cuando no existe ningún tipo de protección, hay humedad y presencia de diversos gases que contienen sustancias químicas es cuando empieza a aparecer la corrosión.


La forma en cómo afecta la corrosión a los metales no se aísla para ningún material de este grupo, esto quiere decir que todos son susceptibles a este fenómeno. En esencia, se debe a que es un proceso de oxidación natural donde la exposición al aire la promueve.


En busca de alternativas se han desarrollado diferentes sistemas de protección como pinturas protectoras. Por otro lado, también es posible obtener materiales más resistentes como lo es el acero inoxidable, el cual tiene aleaciones con diversos materiales que permiten retrasar el proceso de corrosión. 


¿Qué tipos de corrosión existen?


Pueden presentarse diferentes variaciones en la forma en cómo aparece la corrosión. Las más comunes son:


Corrosión por hendidura: es frecuente en tuberías o lugares donde puede quedar agua estancada como las empaquetaduras.


Corrosión filiforme: es la corrosión que aparece en materiales que se encuentran bajo revestimientos. La causa principal es el agua y la humedad.


Corrosión galvánica: sucede cuando dos metales diferentes entran en contacto mediante algún líquido como medio y transporta las moléculas del metal menos noble al más noble, lo que progresivamente causará la corrosión del metal más noble.


Corrosión general: se trata de la forma más común de corrosión, la cual es cuando una superficie metálica se ve afectada de manera general por este fenómeno.


¿Cuáles son las consecuencias de la corrosión?


Los daños que causa la corrosión pueden ser más graves según la estructura que se vea afectada. Por ejemplo, en las tuberías de cualquier edificación que se encuentren en uso, las implicaciones pueden ser significativas en la medida en que se vean impactadas las personas que allí habitan.


También influye cuanto haya avanzado la corrosión en las tuberías. En caso de que se detecten a tiempo los arreglos pueden ser sencillos. Lo ideal es evitar materiales como el cobre, debido a que el amoníaco es en ocasiones usado como nivelador del pH del agua, y este es un químico que puede canalizar el proceso de corrosión.


Cuando la afectación se presenta en infraestructuras es clave actuar lo antes posible para que los daños no se expandan hasta un punto crítico.


Soluciones para la corrosión


Ante un problema tan recurrente y que afecta aspectos de gran relevancia para nuestro estilo de vida es natural que se hayan desarrollado diferentes mecanismos que combaten y previenen este fenómeno. Algunos de ellos son:


- Usar materiales resistentes a la corrosión


El método más efectivo para prevenir la corrosión es utilizar metales resistentes que la combaten.


Como mencionamos antes, el acero inoxidable es la mejor opción para ambientes que se verán expuestos a humedad y agua. Es por esto que se utilizan para implementos de cocina y grifería.


- Emplear protección catódica


Es una técnica que se basa en un sistema de protección que permite al material comportarse como cátodo gracias a un suministro de electrones.


Para ello se emplean metales más electronegativos que el primero.


- Aplicar inhibidores de corrosión


Se trata de varias sustancias químicas que se aplican en las superficies metálicas y actúan como capa protectora.


Este recubrimiento, aunque es temporal, es efectivo, y se puede renovar regularmente para que no se pierda su efecto.


Tomar medidas preventivas y contemplar los factores climáticos del ambiente es indispensable para evitar que la corrosión aparezca, o en dado caso, avance hasta el punto de causar graves daños.


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Artículo tomado de Amoquímicos Colombia S.A.S.

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