El abono orgánico mejora la estructura del suelo y promueve la biodiversidad sin químicos sintéticos. ¡Descubra más sobre el abono inorgánico!
Los fertilizantes, también conocidos como abonos, son fundamentales en la agricultura para proporcionar a los cultivos los macronutrientes necesarios y mejorar las condiciones ambientales. Estos productos contienen principalmente nitrógeno, fósforo y potasio, elementos esenciales que los cultivos requieren en grandes cantidades.
Existen dos clasificaciones principales de fertilizantes: orgánicos e inorgánicos. Ambos tipos están compuestos por los mismos elementos esenciales mencionados, aunque difieren en el origen de sus ingredientes y presentan variaciones en sus características y beneficios respectivos. En esta nota, exploraremos en detalle estas diferencias y cómo cada tipo de abono puede ser utilizado de manera efectiva en la agricultura.
Fertilizantes orgánicos
Los materiales que componen los abonos orgánicos provienen de origen vegetal o animal, es decir, son completamente naturales. Se obtienen de procesos naturales como la degradación de hojas o estiércol de animales.
• Ventajas
Son ideales para ofrecer una solución a los cultivos en el momento de mayor necesidad, pues el fertilizante se libera a medida que se descompone, proporcionando los nutrientes en las proporciones adecuadas. También funcionan como un tratamiento para los suelos, pues ayuda a recuperar su capacidad para retener el agua y los nutrientes.
Estos fertilizantes cuentan con un riesgo mínimo de sobredosis tóxica por productos químicos, pues los productos de este tipo no hacen parte de su composición.
• Desventajas
La liberación de macronutrientes en los fertilizantes de origen natural depende de las condiciones del suelo, pues una de las principales características del abono orgánico es que funcionan de forma eficiente en suelos húmedos y cálidos. Esto reduce su funcionalidad en lugares donde se presentan cambios estacionales de clima.
El tiempo de efectividad también puede resultar una limitante, pues aunque presenta excelentes resultados en condiciones adecuadas, pueden tomar más tiempo del esperado debido a que el proceso de liberación de nutrientes no se da de forma ágil.
Tipos de fertilizantes orgánicos
Ahora bien, para empezar a utilizar este tipo de abonos, es importante saber de qué se componen para hacer el debido proceso en el campo. Algunos de los más comunes que se pueden encontrar son:
- Compost
Es uno de los abonos orgánicos más populares y accesibles. Se produce a partir de la separación de residuos orgánicos como restos de comida, hojas, césped y otros materiales vegetales. Este proceso genera un material rico en nutrientes que mejora la estructura del suelo y su capacidad para retener agua.
- Estiércol
Proviene de los desechos de animales como vacas, caballos, ovejas y aves de corral. Es una excelente fuente de nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio. Antes de usar estiércol, es importante asegurarse de que esté bien compostado para evitar la introducción de patógenos y semillas de malas hierbas.
- Humus de lombriz
Es el resultado de la digestión de residuos orgánicos por parte de lombrices rojas californianas. Este abono es extremadamente rico en nutrientes y mejora significativamente la estructura del suelo. Además, ayuda a la actividad microbiana, lo cual es beneficioso para las plantas.
Fertilizantes inorgánicos
Los fertilizantes inorgánicos o sintéticos son fabricados artificialmente, vienen con una dosis de macronutrientes exactos y están diseñados para atender necesidades específicas de los cultivos. Las características de los abonos inorgánicos se encuentran precisadas en su empaque exterior.
Su composición es de minerales sintéticos, un ejemplo serían los fertilizantes nitrogenados que se extraen de hidrocarburos o gas natural. Los fertilizantes químicos son ricos en nitrógeno, fósforo y potasio y por lo general incluyen otros elementos que contribuyen a su efectividad, tales como nitrato de amonio, sulfato de amonio, cloruro de potasio, superfosfato triple y sulfato de magnesio.
• Ventajas
Este tipo de fertilizantes tienen una acción concentrada que se especifica únicamente en la necesidad de los cultivos, proporcionando una solución eficaz y rápida. Además, su absorción es fácil, rápida y funciona con la misma efectividad en los diferentes climas y tipos de suelos.
• Desventajas
Los fertilizantes inorgánicos al concentrar su acción únicamente en las plantas no proporcionan ningún nutriente al suelo. También pueden generar residuos químicos en el suelo.
Tipos de fertilizantes inorgánicos
Ya que una de las características de los fertilizantes inorgánicos es ofrecer soluciones específicas para las plantas, estas se clasifican en varios tipos, a continuación le mencionamos cuáles son y en qué escenarios se deben usar.
• Fertilizantes de potasio
Esta variedad es a base de sulfato de potasio, nitrato de potasio y cloruro o muriato de potasio, este último es el fertilizante de potasio más usado. Es una opción ideal para aquellas plantas que son sensibles al cloruro, y el nitrato de potasio es fácil de aplicar y tiene como ventaja que no extrae la humedad del aire, en su lugar aumenta de forma sutil el pH del suelo.
• Fertilizantes nitrogenados
Estos tipos de fertilizantes químicos se encuentran en diferentes formas, tales como nitrato de amonio, nitrato de potasio, nitrato de calcio y urea, y se caracterizan por contener altos niveles de nitrógeno que, como mencionamos antes, es uno de los nutrientes que más necesitan las plantas para su crecimiento.
Es importante resaltar que estos fertilizantes se deben aplicar correctamente, porque tienden a aumentar el pH del suelo, esto puede aumentar las posibilidades de quemaduras y daños en los cultivos. También es fundamental un almacenamiento hermético y en un lugar libre de humedad, pues puede extraer humedad del aire y alterar su estado.
• Fertilizante de fósforo
Estos fertilizantes, al igual que el fosfato de roca, logran durar mucho tiempo en el suelo después de su aplicación, pueden ser años, por lo que puede nutrir las plantas por largos lapsos. Su aplicación se reduce a los suelos ácidos debido a que los nutrientes que contiene no se pueden degradar en suelos neutros o alcalinos. Una de las ventajas es que si los fosfatos del fertilizante son granulares y se disuelven en agua, no alteran el pH del suelo.
¿Cómo el abono orgánico o inorgánico influyen en la eficiencia del tratamiento con peróxido de hidrógeno?
El peróxido de hidrógeno es un componente que favorece notablemente a la agricultura, al igual que los abonos orgánicos e inorgánicos. Cuando todos se utilizan con un mismo propósito, la conservación de plantas se da mejor de lo esperado, permitiendo que crezcan saludablemente y sigan su ciclo de vida pertinentemente. Por lo tanto, queremos que conozca detalladamente esos impactos que tienen los fertilizantes en el tratamiento de esta sustancia y cómo con nosotros como líderes proveedores de productos químicos en Colombia puede conseguir los resultados que desea en cada proceso.
Basado en sus necesidades y lo que pudo leer a lo largo del artículo, puede elegir el tipo de fertilizante que mejor se adapta a sus necesidades, incluso podría hacer uso de ambos para lograr mejores resultados. Los suministros para fertilizar sus cultivos los pueden encontrar en lugares especializados y con distribuidores de productos químicos certificados que le brindan las mejores garantías.
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Artículo tomado de Amoquímicos Colombia S.A.S.
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